Ahora puede consultar información sobre 2598 especies presentes en los Farallones del Citará

¿Quiere saber cuántas especies se pueden encontrar en los Farallones del Citará? En esta página web puede consultar sobre 2598 de estas especies. Aun así, es poco para todo lo que falta por descubrir.

Como seres humanos, a veces nos cuesta dimensionar lo inmensamente biodiverso que es nuestro territorio. Se nos complica poner en perspectiva los números grandes. Sucede con magnitudes, conceptos como el infinito o cuestiones tan extrañas como las enormes distancias y tamaños del universo.

Para poner un ejemplo a nivel local, pensemos en los Farallones del Citará, una cadena montañosa con más de 30.000 hectáreas, repleta de biodiversidad y pisos térmicos, pero también de amenazas. Al estar ubicada en un punto de alta biodiversidad (o hotspot) a nivel mundial, es esperable que esta cordillera de picos escarpados presente una alta variedad de seres vivos, pero ¿qué tanta? Esa es una pregunta que quisimos formularnos hace poco más de 10 años, cuando un grupo de niños/jóvenes de colegio conformamos, en compañía del profesor Mario Berrío, el colectivo Bioexploradores Farallones.

El inicio de esta idea

A lo largo del tiempo el interés por las especies fue creciendo. Uno de los mayores alicientes fueron las aves, organismos tan diversos como atractivos para un grupo de jóvenes con ganas de aprender sobre su región. Fueron pasando los años, y con ellos, la necesidad emergente de organizar un poco mejor todos esos gigabytes de información que, salida tras salida, y motivados por la “goma” de pajarear, íbamos obteniendo.

Con ello, por allá a principios del 2017 surgió la idea de tener una página web. ¿Qué tal un sitio donde se pudieran tener páginas sobre especies de nuestro territorio? ¿Qué tal un sitio de consulta abierto al público? Esta idea no vino a materializarse sino a inicios de 2020, cuando se publicaron las primeras entradas y páginas de este sitio web, siendo la primera de ellas, la del pechiamarillo (Myiozetetes cayanensis).

La idea de tener una especie de catálogo o descripción de todas las especies era tentadora, pero también todo un reto, una empresa tal vez subestimada por la ingenuidad de la juventud. Hoy, 10 años después, podemos decir que aún no lo hemos logrado, tal vez falten muchos años para conseguirlo ¡pero vale toda la pena por lo que hemos aprendido en el camino!

Es por ello que el día de hoy queremos presentar una nueva actualización de nuestro sitio web, en la que las 2598 especies que hemos registrado hasta la fecha tienen, por lo menos, 1 fotografía que las representa (con excepción de 30 especies, las cuales hemos registrado pero no fotografiado aún).

Lo increíble es que ese número de especies está seguramente muy por debajo del número total de especies que realmente habitan en esta región. Estos son algunos de los motivos:

• Tenemos todavía años de información entera sin procesar
• Este listado no integra aún registros provenientes de estudios previos (inventarios de Corantioquia, alcaldías, universidades, artículos científicos, especímenes de museo, plataformas de ciencia ciudadana o registros de GBIF/SiB Colombia.
• Existen muchas especies nuevas para la ciencia en la región. Estas son entidades que si bien conocemos, no se han descrito formalmente por académicos y no se les ha asignado un nombre científico.
• Los registros de bacterias u organismos microscópicos son prácticamente nulos.
• Las especies se mueven, y tal como lo hemos evidenciado en estos diez años, en un escenario de cambio climático es probable que muchas especies de tierras bajas empiecen a desplazarse altitudinalmente, al tiempo que algunas especies de tierras altas sufran para mantener sus poblaciones al no tener más a dónde subir.

Lo anterior nos indica que el camino por recorrer es todavía largo, pero eso lo hace sumamente interesante. Por ello, el dato de 2598 especies se presenta no como una proeza, sino como un valor de referencia que servirá para comparar en años posteriores el avance de este proyecto de caracterización. Con todo esto claro, ¡vamos ahora a los números!

¿Qué hemos encontrado?

Hasta la fecha del 18 de marzo de 2025, tenemos registro de 1453 tipos de seres vivos identificados hasta la categoría de especie. Adicionalmente, para los registros que solo se han podido identificar hasta la categoría de género, hemos adoptado el concepto de “morfoespecie”: un ser vivo que, por sus características físicas, sabemos que es diferente a los demás, pero todavía no sabemos a qué especie pertenece. Si sumamos las 1453 especies de antes con las 1145 morfoespecies que hemos registrado, obtenemos el valor de 2598 especies presentado como referencia.

Todas estas especies están agrupadas en 38 clases, 139 órdenes, 489 familias y 1664 géneros (estas son categorías en las que se agrupa la biodiversidad para poder entenderla mejor).

472 de todas las especies (aves en su mayoría) tienen páginas exclusivas llamadas “Fichas” donde hablamos de ellas a profundidad y brindamos fotografías, sonidos y videos capturados en nuestra región ¡Este es uno de los trabajos que más tiempo ha demandado a lo largo de los años! ya que gran parte de las fichas contiene información sobre la ecología e historia natural de las especies, lo que conlleva un proceso de revisión de literatura, interiorización y redacción de esta en párrafos originales. Sin embargo, ha resultado ser un proceso sumamente enriquecedor.

Todo el sitio web está estructurado de forma que cada categoría (clase, orden, familia y en ocasiones subfamilia) contiene su propia página, lo que permite añadir información relevante para dicho grupo. Muchas de estas categorías actualmente requieren la adición de su respectiva información, pero es algo que se añadirá con el tiempo. Por su parte, cada especie o morfoespecie está presentada en lo que denominamos “Galerías”: rectángulos que incluyen una foto de vista previa de la especie, su nombre científico, nombre común -cuando exista- y un botón en el que al hacer clic, redirige a una página con más información.

Adicionalmente, el buscador ubicado en la parte superior derecha permite acceder a cualquier sección de la página web de manera rápida. Las consultas pueden ser, por ejemplo, nombres comunes de especies, lo que facilita el uso de la página por parte de personas que no conozcan acerca de nombres científicos.

¿Qué sigue ahora?

Además de lo anteriormente mencionado, hemos identificado algunas acciones que permitirán mejorar la experiencia de los usuarios del sitio web. Entre las actividades que tenemos pendientes, están:

• Terminar de procesar nuestros registros y e integrar registros de otras iniciativas de la región: actualmente nos encontramos trabajando en conjunto con BIOCEUDEA, un grupo de investigación conformado por estudiantes de Biología de la Universidad de Antioquia, Seccional Suroeste, para consolidar los registros de ambos proyectos y mostrar los respectivos créditos de cada foto en la web.
• Redactar fichas para cada especie: este es probablemente el componente que más tiempo tardará en completarse. Sin embargo, puede realizarse de manera paralela al resto de actividades del grupo.
• Crear mapas de distribución para ciertas especies: con excepción de especies víctimas de alta presión de extracción ilegal (como orquídeas, anturios o ranas) hemos pensado en la creación de mapas de distribución que indiquen los puntos donde se ha registrado cada especie en la región de los Farallones del Citará. Estos mapas estarían integrados dentro de sus respectivas fichas de especies.
• Crear un sistema de etiquetas para las especies: añadir información en las galerías para que muestren información relevante sobre las especies: endemismo, estado de amenaza, categoría CITES, además de indicar si la especie es introducida, invasora, cultivada o doméstica.
• Establecer un código de colores para informar sobre la confiabilidad de las identificaciones: somos conscientes de que algunas identificaciones presentadas en la web pueden ser erróneas. Esto es algo inherente a la taxonomía, y más cuando se trabaja con imágenes y no con especímenes de museo. Adicionalmente, muchas identificaciones provienen de la plataforma iNaturalist, en la que tenemos una cuenta donde subimos información de manera frecuente. Si bien muchas de las identificaciones suministradas por usuarios de esta plataforma son correctas, cierto porcentaje es incorrecto, especialmente cuando se suministran identificaciones hechas por modelos de visión artificial o personas no expertas. Sin embargo, algo positivo de esta herramienta es que muchas de estas identificaciones erróneas van siendo corregidas por la comunidad a lo largo del tiempo, por lo que examinamos constantemente la plataforma en busca de actualizaciones sobre nuestras observaciones. Adicionalmente, procuramos contrastar las identificaciones sugeridas con materiales de referencia como artículos científicos, guías y páginas web especializadas. Para informar sobre la confiabilidad de las identificaciones de nuestra página web, planeamos crear un código de colores (rojo, naranja, amarillo, verde), que permita indicar al usuario cuándo ser cauteloso con la información presentada.
• Delimitar con mayor precisión nuestra área de estudio: actualmente consideramos como área de estudio a la totalidad de los municipios de Ciudad Bolívar, Betania y Andes, que es donde se encuentra el polígono de la Reserva Forestal Protectora Regional Farallones del Citará. Sin embargo, esto deja por fuera la zona occidental de los Farallones, que por supuesto tiene que ver con la cordillera. ¿Hasta qué parte de la zona occidental deberíamos considerar que algo pertenece a los Farallones del Citará? ¿Definir una cota arbitraria o considerar la totalidad de los municipios que tengan contacto con el polígono de la reserva? Esto es algo que no hemos logrado resolver aún.

Estas, y muchas más mejoras que no mencionaremos para no hacer excesivamente largo este artículo, hacen parte del futuro de Bioexploradores. La sensación a inicios de 2025 es que todavía falta todo por conocer ¡Veremos a dónde nos lleva este proyecto en los próximos años!

Apoye este proyecto

Esta web es un proyecto completamente voluntario, que ha sido financiado por su creador, Sebastián Berrío, quien en compañía de Jorge Cano, conforman actualmente el grupo Bioexploradores Farallones, continuando el proyecto que años atrás surgió como una pregunta de los estudiantes del grado noveno de la Institución Educativa Rural Farallones.

Agradecemos a cada una de las personas que a lo largo del tiempo han hecho parte del grupo o aportado con sus fotografías (más información en la sección Acerca de nosotros): Yojany Alexis Monsalve, Jairo Alonso Tobón, Iván Solís Moreno, Juan Camilo Montoya, Edilson Yamid Garcés, Carlos Fernando Restrepo “Boris”, Rafael Uribe, Julián Álvarez, Julián Ortiz, Deiby Tamanís, María Isabel Olaya, Luis Carlos Puerta, Miguel Ángel Murillo Zapata, Jorge Humberto Marulanda, Luis Miguel Vásquez, Mauricio Vásquez, Jhon Fernando Taborda, Andrés Guzmán, Kelly Johana Berrío, Jorge Atehortúa, Julián Ibarra, Felipe Aguirre, PRAE I.E.R. Farallones, VIVE Farallones (Humberto Montoya y Santiago Manco) y BIOCEUDEA.

Agradecemos también a Douglas Knapp (Fundación Reserva La Esperanza), Élver Ledesma (Corporación Verdeagua), Jorge Andrés Berrío, Kelly Johana Berrío, Gerardo Elías Sepúlveda, Alonso Quijano, Daniel Bocanumenth, Esteban Villa y VIVE Farallones (Humberto Montoya y Santiago Manco), por sus aportes económicos que han hecho posible el sostenimiento de este sitio web y del proyecto de Bioexploradores a lo largo de todos estos años.

Si usted también quiere apoyar este proyecto, ya sea para reconocer el tiempo invertido en la programación, investigación y redacción de la web, o para garantizar su operatividad en el futuro, no dude en consultar la sección “Apóyanos“, donde podrá conocer diversas opciones para contribuir, ya sea convirtiéndose en Patreon, donando mediante Paypal, Bancolombia o Nequi, o simplemente compartiendo nuestras publicaciones!

¡Hasta una próxima ocasión!